El ex presidente Mauricio Macri, en una jugada estratégica dentro del PRO, logró la renuncia masiva de 24 de los 33 integrantes del Consejo Provincial, forzando así una reestructuración. Esta maniobra busca apartar a la actual presidenta Daniela Reich, vinculada a Patricia Bullrich, y formar una nueva estructura alineada con Macri.
El conflicto surge en medio de una interna con Patricia Bullrich, quien intenta consolidar una alianza con La Libertad Avanza. Para contrarrestar esto, Macri reunió al Consejo Directivo bonaerense y provocó la renuncia masiva, lo que obliga a realizar nuevas elecciones en 60 días. La jugada fue celebrada por figuras clave del PRO como Cristian Ritondo, Diego Santilli y otros, quienes presentaron su renuncia.
Macri, tras asumir la presidencia del PRO, destacó que el partido ha crecido en gobernadores e intendentes desde su fundación en 2005. Prometió seguir defendiendo los valores de cambio, libertad y república. Esta reestructuración busca fortalecer la identidad del PRO y alejarse de las políticas de Bullrich.
La renuncia de los miembros del Consejo se justifica por "motivos personales y políticos", y plantea un escenario de elecciones para normalizar la estructura del PRO. Esta situación destaca la tensión interna y la lucha por el control del partido en un contexto político complejo.
Rodríguez Chirillo, Secretario de Energía, atribuyó problemas financieros al congelamiento tarifario de la gestión anterior, lo que aumentó la deuda con Cammesa. Mientras tanto, Macri, en su asunción virtual, reafirmó el compromiso del PRO con sus valores fundacionales, destacando los avances y desafíos enfrentados.
Este resumen refleja las principales acciones y estrategias de Macri para fortalecer su control dentro del PRO y las repercusiones de esta maniobra en el panorama político argentino.